Según la Sociedad Española de Enfermedades Infeccionas y Microbiología Clínica (SEIMC), en la que se basa el Ministerio de Salud, las pruebas de diagnóstico de infección activa recomendadas son tres: la prueba rápida de detección de antígenos,  una detección de ARN viral mediante una RT-PCR y la prueba de anticuerpos o serológica.

La prueba de antígenos y la PCR se realizan sobre una muestra naso-faríngea, es decir, del tracto respiratorio. La serológica se realiza mediante análisis de sangre.

El test de antígenos se realiza del mismo modo que la PCR, es decir, que se toma una muestra nasofaríngea. 

Para ello, no hace falta hacerse la prueba en ayunas y para la realización del test rápido de antígenos es necesario tomar una muestra de la nariz o la garganta con un hisopo, mezclarla con un reactivo que libera proteínas virales específicas y ponerla en una tira de papel que contiene un anticuerpo que se une a esas proteínas (en caso de que estén presentes en la muestra).

La fiabilidad de esta prueba, su rapidez y el hecho de ser muy asequible, nos proporciona un sinnúmero de ventajas. 

– Su utilidad básica es servirnos de apoyo a las estrategias de salud pública, para realizar análisis masivos o rastrear los posibles contactos de casos positivos ya confirmados. Esto permite un aislamiento inmediato de los casos positivos.

– La especificidad de los test rápidos frente a la PCR es la misma. Esto quiere decir que cuando un caso resulta positivo en cualquiera de los dos test, no nos hace falta confirmar el diagnóstico.

– Los resultados se obtienen en 30 minutos, por lo que determinamos casi de inmediato los casos positivos cuando hay síntomas como fiebre, tos o anosmia.

El Test Rápido de Antígenos está indicado para personas con síntomas en los primeros días de evolución de la COVID-19, y para aquellos asintomáticos que hayan tenido un contacto directo reciente con una persona que ha dado positivo.

El análisis de antígenos es una prueba de diagnóstico que detecta partículas estructurales del virus, proteínas de éste, sobre muestras respiratorias.

El resultado puede obtenerse en minutos y resulta más barata, pero es fácil que arroje falsos negativos a partir del día 3 de contagio. Por lo que tras un negativo, será necesario realizar una RT-PCR (real time – polymerase chain reaction).

El ensayo por método PCR es una prueba molecular que extrae el ARN de la muestra respiratoria y lo pasa por un equipo RT-PCR (Reacción en Cadena de la Polimerasa), detectando de forma muy sensible la presencia de virus.

Su resultado puede obtenerse en 1 hora si se analiza de forma interna, o unos días si se envían a un laboratorio externo. Quizás más tiempo en lugares donde haya demoras en el procesamiento de los muestras.

Las pruebas RT-PCR son muy exactas cuando se realizan de manera adecuada y en laboratorio propio, sin embargo, la prueba de antígenos es menos sensible cuando la carga vírica no es muy alta por lo que no registra algunos casos.

La PCR permite detectar el coronavirus en cualquier momento de la infección. Por su parte, los test de antígenos son útiles en los primeros momentos desde que se ha producido el contagio

Cuando una persona decide hacerse pruebas, sobre todo si es asintomática, lo aconsejable es hacer los dos tipos de pruebas, el test rápido de antígenos (o la prueba PCR) junto con otra de serología que detecte anticuerpos, o el test rápido de anticuerpos. La combinación nos dirá en qué fase de la enfermedad estamos. En los primeros días desde el contagio, el test de antígenos será positivo y la serología podría ser negativa; más adelante será al revés: las serologías serán positivas y el test de antígenos o la prueba PCR, negativas.

Por otra parte, si el test de antígenos saliera negativo pero la persona tiene claros síntomas de la COVID-19, debería contrastarse con una prueba PCR de inmediato.

Los resultados que emite este laboratorio tienen el aval de la persona científica-sanitaria que los firma. 

Asimismo, este laboratorio sigue la ESTRATEGIA DE DETECCIÓN PRECOZ, VIGILANCIA Y CONTROL DE COVID-19, publicada en septiembre de 2020 por el Ministerio de Salud, y se encuentra en continua comunicación con SALUD ARAGÓN, para el seguimiento y rastreo epidemiológico del Gobierno de Aragón.